Mercado de San Lorenzo

De Lunes a Sábado, es donde se unen las voces, los colores y el espíritu de la ciudad y sus productos más característicos. No hay duda de que estamos en Florencia, especialmente para disfrutar de su cultura y ancestral historia que respira en cada calle en el centro de la ciudad.
Sin embargo, no sería correcto olvidar sus caracteres típicos, los manierismos y costumbres, en un entorno de folklore y vida diaria de la ciudad de Florencia
Si permanece en el Hotel Palazzo Vecchio 3 estrellas en Florencia, como hemos dicho muchas veces, estará a dos pasos de la majestuosidad de la catedral y del arte de los monumentos más importantes, pero si camina un par de minutos puede visitar el Mercado de San Lorenzo.
¿Qué es? El mercado representa, de lunes a sábado, el punto de convergencia de las voces, los colores y el espíritu de la ciudad, y sus productos más característicos.
Usted puede decidir hacer una parada en el gran edificio central, con su mercado cubierto donde puede encontrar buenos quesos, productos orgánicos y especialmente carne que nos hace famosos en el mundo. O puede visitar los distintos puestos, que se extienden por varias calles y hacia Via dell’Ariento, donde se encontrará en frente de la Basílica de San Lorenzo, en la plaza que le da el nombre al mismo mercado.
El Mercado de San Lorenzo, que se remonta a finales del siglo diecinueve, cuando la Administración decidió contratar al mismo arquitecto de la Galleria Vittorio Emanuele II en Milán para construir esta importante infraestructura. Al mismo tiempo que cura a la ciudad, fue creada en la plaza como el edificio central. Dentro de las amplias ventanas en el cobertizo hay filtros de luz, otorgándoles a los visitantes la sensación de estar en un mercado al aire libre.
Después de la majestuosidad de los lugares que puede descubrir en un corto paseo desde nuestro Hotel Palazzo Vecchio en Florencia, y después de la historia y magnificencia de la Galería Uffizi y Palazzo Vecchio en Piazza della Signoria, un paseo en el Mercado de San Lorenzo uniría, de cierta forma, lo sagrado y lo profano, y realmente enriquecería su estancia en la ciudad. Para facilitar su viaje, nosotros podemos reservar por adelantado su entrada a la Galería de la Academia y a la Galería Uffizi.